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Sistemas Domóticos

23-05-08

Sistemas domóticos: La Arquitectura del nuevo milenio [Herzog y de Meuron, David Fischer, Mass Studies].

Fuente: arq.com.mx

Desde hace aproximadamente 20 años, con la inserción de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación o sistemas inteligentes en la arquitectura, el concepto de edificio se ha envuelto en otra dimensión de creatividad, en la que tanto arquitectos como diseñadores realizan planteamientos completamente diferentes a los que se manejaban en épocas anteriores.

 

Hace ya varias décadas que películas como 2001, Odisea del espacio anunciaban un futuro en el que las computadoras solucionaban prácticamente cualquier obstáculo. La Odisea tecnológica propuesta por el séptimo arte ya no es sólo material del celuloide, ya que en estos tiempos las denominadas Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación [TIC] se han puesto de manifiesto en el ámbito de la ingeniería y de la arquitectura para crear edificios que antes hubieran sido imposibles de construir y en los que sus residentes experimentan una vida cómoda y segura.

Desde hace aproximadamente 20 años, con la inserción de las TIC o sistemas inteligentes en la arquitectura, el concepto de edificio se ha envuelto en otra dimensión de creatividad, en la que tanto arquitectos como diseñadores realizan planteamientos completamente diferentes a los que se manejaban en épocas anteriores. Nunca antes había sido posible realizar estructuras tan espectaculares como las que se están llevando a cabo alrededor del mundo: superconstrucciones, obras de ingeniería y arquitectura de formas extrañas y sofisticadas, la mayor parte de las veces de dimensiones enormes, que se erigen como colosos del nuevo milenio.

No sólo el aspecto exterior de estas edificaciones es impresionante, ya que los cerebros que controlan cada uno de estos nuevos proyectos son sumamente sofisticados. Estas estructuras están centralmente automatizadas para optimizar su operación y administración en forma electrónica, es decir, cuentan con un cuarto de máquinas central que controla desde el acceso del personal y de los visitantes, hasta el alumbrado, climatización, bombas de agua o las alarmas contra incendios.

Muchas de estas edificaciones -que pueden considerarse como edificios inteligentes- utilizan sus propios recursos para mantenerse a sí mismas, es decir, son estructuras autosustentables cuyas soluciones formales, materiales y sistemas de cómputo permiten el ahorro sustancial de energía eléctrica, agua y combustible.

Todas ellas disponen de avanzados sistemas de comunicación, que además de permitirles a los usuarios tener acceso inalámbrico a la red de la compañía o al Internet, cuentan con sofisticados sistemas de cómputo que les permiten monitorear la oscilación y el balanceo producidos por algún movimiento sísmico. En algunos casos el sistema de cómputo de los edificios interacciona con un sistema de gatos hidráulicos en la infraestructura, que con pesos compensatorios en la superestructura, minimizan los movimientos telúricos. De esta forma los nuevos edificios pueden reaccionar en caso de desastre para proteger la vida de sus ocupantes.

Además de seguras, son los suficientemente avanzadas como para maximizar eficientemente el ambiente de confort para los ocupantes, ya que cuentan con: sistemas de interferencia electromagnética que funcionan como una coraza con la que evitan el ruido exterior; sistemas de sensores integrados a los vidrios o con vidrios dobles con productos químicos que oscurecen o aclaran sus superficies de acuerdo a la intensidad de la luz solar o según el gusto de los usuarios del edificio; sistemas de fragancias en diferentes intensidades y aromas para mejorar el ambiente; sistemas robóticos para el movimiento interno de entregas de correo, limpieza y trabajo de inspección y vigilancia. Todos estos sistemas, además de hacer más cómoda la vida al interior, permiten, sobre todo en el caso de los edificios de oficinas y centros de trabajo, un aumento en la productividad.

Estas nuevas edificaciones son el resultado de la fusión entre tecnología y arquitectura que esta revolucionando la manera de concebir y habitar el espacio, prueba de ello son:

El Estadio Olímpico Chino diseñado por los arquitectos Jaques Herzog y Pierre de Meuron. Una espectacular estructura cuya solución formal tiene una apariencia casi natural es el resultado de minuciosos y precisos cálculos estructurales que sin el uso de las nuevas tecnologías hubieran sido muy difíciles de resolver.

Este proyecto presenta una estructura tan compleja como singular, ya que fue resuelta a partir de cientos ramitas de concreto entrelazadas que semejan el nido de un pájaro. Entre cada una de las ramas de este nido habrá una serie de cojines inflables que le proporcionarán al estadio de 91,000 asientos y una imagen acolchada.

Las Torres Giratorias [Rotating Towers] de Dubai, diseñadas por el arquitecto italiano David Fischer, son cinco espectaculares estructuras que prometen revolucionar los métodos de construcción y el concepto de arquitectura autosustentable.

Cada una de las torres está compuesta de paneles individuales prefabricados que contienen en su interior las instalaciones hidrosanitarias, eléctricas y de aire acondicionado. Estos paneles que funcionan como las piezas de un lego se anclan a una estructura central fija. Cada una de estas Torres Giratorias cuenta con turbinas y paneles solares capaces de generar la energía suficiente no sólo para su auto consumo, si no para proveer de energía a los edificios circundantes. Los bajos costos de construcción, el ahorro en mano de obra y sus ventajas ecológicas las convierten sin lugar a dudas en la nueva cara de la arquitectura.

Otra de las edificaciones inteligentes más espectaculares que se han realizado en esta primera década del siglo XXI es el Centro Nacional de Natación o Centro Acuático de Alta Tecnología en Beijing. Este edificio, conocido popularmente como Watercube > -por su forma cúbica y color azulado- se desarrolló bajo el concepto de agua, pues la fuente de inspiración de sus diseñadores fueron las moléculas de este apreciado elemento.



El Watercube es uno de los edificios más innovadores y sofisticados en lo que materiales para la construcción se refiere pues el recubrimiento que le da forma a la fachada es una resina de flúor llamada EFTE, hecha a partir de la combinación de etileno- fluor-tetra-etileno-. Este novedoso material se caracteriza por su ligereza, larga vida y gran resistencia a la tracción y a la presión. Según la empresa constructora, una capa de EFTE es del grosor de un papel pero resistente al peso de un automóvil. Otra particularidad de este material es que se limpia por sí sólo, ya que es un material membranoso repelente al agua, lo que permite que éste líquido resbale por la superficie sin dejar ningún rastro. De esta forma, el edificio se limpia de manera automática, ya que cuando llueve, las gotas de agua eliminan el polvo y la suciedad acumulada. El edificio contará con un sistema de acopio del agua de lluvias, que permitirá recuperar unas 10,000 toneladas de agua, las cuales se reciclarán para posteriormente utilizarlas dentro de las mismas instalaciones deportivas.

La Comuna de Seúl 2026, un desarrollo urbano a gran escala, es uno de los proyectos más innovadores que se han realizado hasta este momento en todo el mundo. Diseñada por Mass Studies, la Comuna de Seúl 2026 es el resultado de una minuciosa investigación hacia la viabilidad de estructuras comunitarias autosustentables en áreas metropolitanas. Los miembros de esta comuna pueden ser residentes permanentes o habitantes de corto plazo. Este complejo habitacional alberga 15 torres conformadas por 2.590 celdas cuya forma simula la estructura de un panal, lo que les permite interconectarse tanto horizontal como verticalmente, para formar las viviendas dependiendo de las necesidades individuales de cada usuario.

Dentro de este conjunto, existen también unas estructuras denominadas como bulbos, espacios ubicados en la parte superior de las torres que pueden ser hasta de doce pisos y tener de 34 hasta 64 metros de diámetro. Estos Bulbos han sido diseñados como locales comerciales, oficinas y servicios médicos.

El recubrimiento exterior de las 15 torres -cuya forma se asemeja a enormes cactus- es una cubierta geotextil de estructura hexagonal que crea una apariencia vegetal, ya que este material incita el crecimiento de las enredaderas en los meses de verano. Las aperturas hexagonales que se encuentran expuestas a los rayos del sol están cubiertas por vidrio fotovoltaico, que ayuda a la generación de energía.



Por: Valentina Olmedo [www.arq.com]

 

 

 

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